Ya se comentó en este blog en dos entradas de años
anteriores, en concreto el 7 de enero de 2.015 (Nuevas Tarifas de 6 Periodos) y el 15 de febrero de 2.016 (Rebaja del Precio
Peaje Tarifa 6.1B), que la antigua tarifa 6.1, a partir de enero de 2.015, se desdobló
en 2 nuevas tarifas en las cuales la 6.1A heredaba las mismas condiciones de la
6.1 y la 6.1B abarataba en un 15% las condiciones económicas de la potencia y
un 12% el de la energía del término del ATR, respecto a su “hermana” 6.1A.
En enero de 2016, tras una congelación de los peajes del
resto de las tarifas, nuevamente la 6.1B vio rebajado su coste en un 6% adicional,
tanto en los términos de potencia como de energía.
La creación de estas tarifas se realizó simplemente
redefiniendo los umbrales de tensión de suministro. Mientras que la antigua
tarifa 6.1 acogía a aquellos suministros que estaban alimentados a una tensión
entre 1 y 36 kV, se pasó a definir la tarifa 6.1A situándola entre 1 y 30 kV,
mientras que la 6.1B cubría el escalón entre 30 y 36 kV. A partir de esta
última tensión, y hasta 72,5 kV se definen las tarifas 6.2.
Ya indicábamos por aquel entonces que este desdoblamiento
tarifario no era casual, puesto que a quien estaba favoreciendo
fundamentalmente era a empresas industriales de la red de Iberdrola en la zona
norte (concretamente en la zona del País Vasco) y que están conectadas a 33 kV
(el que le permite la propia red). Se rumoreó que todo se trataba de un acuerdo
entre el PP y el PNV tras algún acuerdo político.
Trascurrido todo este tiempo y según recoge la prensa
especializada en estos días, tras la negociación de los Presupuestos Generales
del Estado, y nuevamente tras un acuerdo entre el PP y el PNV, la tarifa 6.1B
desaparecerá y todos los suministros acogidos a ella, automáticamente, pasarán
a estar englobados dentro de la tarifa 6.2, que cubriría a partir de ese
momento (principios de 2.018 según recogen las noticias) a todos los
suministros que se encontraran entre la tensión de 30 kV y 72,5 kV.
En cuanto esto pase a ser oficial, automáticamente se
produciría un nuevo abaratamiento en el precio de la facturación de la energía
eléctrica de, según ha trascendido, unas 1.250 empresas, en su amplia mayoría ubicadas
en la cornisa cantábrica y en el País Vasco especialmente.
En definitiva, otros 100 millones de euros más al año que,
si no lo pagan unos, está claro que lo acabaremos pagando el resto para que el
sistema eléctrico siga equilibrado y sin seguir generando más déficit
tarifario, que todavía ronda los 23.000 millones de euros.
Mientras, existe una plataforma de empresas (denominada Plataforma
kV25/30) que quiere seguir el mismo camino para empresas de más de 25 kV, claro
que en este caso estaríamos hablando de 4.500 empresas, de las cuales, más del
70% se encuentran en Cataluña.
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